?No te casarás con un ratón negro, feo y
esmirriado.
Te casarás con el más fuerte del planeta,
y ese no lo es ?dijo, señalando al ratón.
Este relato incide en que todo en la vida es
relativo. Nada es lo que parece y las apariencias
engañan. O, más bien, son los prejuicios los que
nos llevan a equivocarnos y a no ser capaces de
ver en un negro, feo y esmirriado ratón al más
fuerte del planeta.