La presente obra es un estudio completo de los elementos con los que España ha contribuido a la evolución del libro, no solo como aportación a la cultura, sino en cuanto a los medios empleados para su realización material.
Después de un estudio previo sobre la palabra fonética como precursora de la palabra escrita, continúa con el proceso del lenguaje escrito a través de los Libros Sagrados y las distintas civilizaciones, hasta llegar a la biblioteca de San Isidoro de Sevilla -siglo VII-. Seguirán después las bibliotecas episcopales y las que fueron estableciéndose en los monasterios españoles, incluidas las que se hallaban bajo la dominación árabe.
Según el autor fue España, dada sus continuas relaciones con Oriente, el primer país de Occidente que fabrica y emplea corrientemente el papel para sus escritos.
Rico y Sinobas acude a sus conocimientos científicos para detallar cómo se valían para estampar las letras capitales por medio de tampones mojados en tinta, sistema, a su juicio, precursor de la xilografía, que derivaría en los caracteres movibles y, finalmente, en la imprenta.
El tema más ampliamente tratado por el autor se refiere al arte de la encuadernación y sus detalles ornamentales.