La belleza es un escándalo. Aunque no nos guste reconocerlo, sabemos –y puede demostrarse- que un niño guapo obtiene notas más altas en el colegio, que una paciente atractiva suele recibir mejor atención por parte del médico y que un ladrón bien parecido puede gozar de mayor benevolencia por parte del juez. La belleza nos confunde, atenta contra nuestros ideales de igualdad y nos seduce de forma irresistible. Poseerla carece de todo mérito, pero nada suscita mayor envidia y deseo.
Ulrich Renz expone de forma clara, documentada y muy entretenida las razones científicas que convierten a la belleza en un componente esencial de nuestras vidas. Pasa revista a su historia desde la antigüedad, analiza las principales teorías científicas y psicológicas sobre el atractivo físico, sobre el poder extraordinario del rostro humano, sobre el encanto de las mujeres (parecido al que suscitan los bebés en todos nosotros) y sobre la belleza, mucho menos definible, de los varones. No falta tampoco una reflexión sobre el culto actual y obsesivo a la belleza y sobre las distintas formas de explotación de ese componente básico en las relaciones humanas, pues estamos programados biológicamente para sentirnos atraídos hacia lo bello.
La enseñanza fundamental de La ciencia de la belleza es que debemos ser conscientes de ese poder, para adquirir así un punto de vista crítico sobre las valoraciones que emitimos acerca de las demás personas y de nosotros mismos.