Esta es la] memoria ejemplar de nuestro mejor pasado pedagógico. En ella encontramos, de nuevo, los esfuerzos por dar sentido y realidad al proceso apasionante del desarrollo intelectual y afectivo del ser humano. Esta experiencia pone en práctica, materializa, la organización de un colegio y, en esa organización, el ideal educativo que inspiró la obra inigualable de Francisco Giner de los Ríos.
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La Institución Libre de Enseñanza, y el espíritu que la inspiraba, brilla a través de este libro. Una hermosa lección de amor a la vida, a la inteligencia, a la racionalidad.