Los hombres nunca han estado tan involucrados en el reparto de las tareas domésticas y la educación de los hijos. La mayoría están sensibilizados sobre la importancia de este equilibrio y muestran una buena voluntad indiscutible. Aun así, con frecuencia las mujeres continúan sintiéndose las únicas responsables del buen funcionamiento del hogar y del bienestar de toda la familia. Esta idea monopoliza su mente y acaba con sus nervios y su energía. Hacerlo juntos, sí, pero pensar juntos en lo que hay que hacer… ¡eso es más complicado!
Puesto que el problema de la carga mental tiene que ver tanto con las mujeres como con los hombres, este libro propone siete pistas de reflexión para resolverlo juntos gracias a herramientas concretas que tienen como objetivo que efectuemos un reparto real de tareas en la pareja.