¡Nos gustaría ser SUPERFUERTES y no tener nunca miedo! Sin embargo, algunos miedos resultan muy útiles para protegernos. Pero otros no sirven para nada y nos estorban. ¡Me da miedo la piscina! Me da miedo que los demás no me quieran. Tengo miedo cuando mis padres discuten. Tengo miedo de mi maestra. Es normal, todo el mundo tiene miedo. ¡Pero podemos entrenarnos para tener menos miedo! Para eso, no necesitas que te protejan, necesitas sentirte fuerte, sólido y competente. Abre este cuaderno, ¡vas a aprender cómo hacerlo!