Toño es un niño que narra la relación que tiene con sus abuelos. La mayor preocupación de uno de ellos, Octavio, es cuidar del cerezo que plantó cuando nació su hija. Un día, el ayuntamiento quiere expropiarle esas tierras y talar el cerezo. Si los árboles respiran, ¿por qué nadie les da voz? Una novela que aboga por el respeto al medio ambiente, la comunicación intergeneracional y el trabajo en equipo.