Al ir al colegio, Jana ve un día a unos obreros sacar de los cimientos de una casa antigua, una caja con una calavera. Intrigada, se pregunta quién y por qué pudo enterrar ahí la calavera. En vacaciones va a Irlanda con unos amigos y, recorriendo el país en bicicleta, ve cabezas de piedra en los muros de varias iglesias y cráneos de animales en las puertas de los establos. Para esclarecer el porqué de estos hechos, emprende una investigación "policial" sobre el significado de la cabeza en la cultura de otras épocas. Y al final, Jana además de descifrar el enigma de la calavera, tiene una idea más clara de sí misma y de su relación con se amigo Ferdi.