Es un libro de intriga con una prosa fácil y amena que, desde el primer capítulo, te arrastra para seguir leyendo. Se hace con verdadero placer intentando desvelar el secreto del ordenador que, por azares del destino, cae en manos de dos chicos y su profesor de informática. La trama está tan bien ligada y es tan interesante que hay momentos en los que el lector parece vivir las aventuras de los protagonistas. Es como una buena película en la que estás deseando saber el final, pero a la vez, como lo pasas tan bien, no quieres que se termine.