En marzo de 1951, armada con artillería rusa, una pequeña división del Ejército Popular de Liberación chino cruza el río Yalu como refuerzo militar a la ofensiva maoísta contra Corea del Sur. Con ella marcha el joven oficial Yu Yuan, que ha tenido que dejar atrás madre y novia para dirigirse a una guerra incierta y de la que sólo saldrá como prisionero de guerra del ejército americano. Internado en el campo de prisioneros de Pusán, y luego en el de la isla de Koje, en Corea del Sur, descubre sin embargo que los chinos pronacionalistas y los coreanos son mucho más expertos que los occidentales en el arte de infligir dolor a sus compatriotas. Además, una vez terminado el conflicto bélico, una China que amenaza con represaliar a fugitivos y traidores hace de esa espera en tierra y tiempo de nadie una pesadilla interminable. Ganadora del XXV PEN/Faulkner Award y finalista en los Premios Pulitzer 2005, Despojos de guerra, más allá de ser testimonio de una guerra todavía oscura, es un retrato impecable de los instintos humanos de todos los tiempos.