El doctor Seidman, un cirujano plástico especializado en niños, se despierta de pronto en la cama de un
hospital. Ha sobrevivido a los disparos que recibió en su casa la mañana en que su hija Tara, de seis meses, fue
secuestrada y su mujer asesinada. Él es el sospechoso. A partir de entonces, este hombre acorralado por los recelos de
la policía, e inmerso en un sinfín de sentimientos contradictorios y dudas, se ve empujado por el escalofriante mensaje
de quienes le exigen el rescate: «Si te pones en contacto con las autoridades, desapareceremos. No habrá otra
oportunidad».