En el año 1915 no hay esperanzas de que la guerra finalice. Los dos bandos intensifican su actividad bélica. En tierra, se trabaja en el desarrollo de nuevas armas y se generaliza el uso de los temidos gases químicos. En el mar, los submarinos alemanes son una amenaza constante para barcos y mercancías. Y en el aire la tecnología perfecciona el potencial mortífero de los aviones.
Italia abandona su neutralidad y se une a los aliados. Un nuevo frente en el Imperio Otomano, en la península de Galípoli, dará lugar a episodios dramáticos. A principios de 1916 se inicia la batalla más larga y sangrienta de la Gran Guerra, la de Verdún, auténtica ratonera para todos los ejércitos involucrados.
Brigitte Labenne persiste en contribuir al cese de las hostilidades. Otto von Durnstein, inmerso en experiencias extremas, es pesimista sobre el éxito de su bando. Henry Taylor interviene al fin en la batalla europea y se reúne con sus paisanos de Terranova. Baltasar Moné continúa con sus negocios empresariales y aprovecha la inercia
de las nuevas necesidades de material bélico. Y Enzo Salandra, profundamente marcado por la decisión de su país, Italia, debe tomar decisiones trascendentales para su futuro y el de otros personajes.