Cuenta la conmovedora historia de cinco ciclistas de Australia y Nueva Zelanda que, en 1928, formaron el primer equipo de habla inglesa en correr el Tour de Francia. Eran valientes, con pocos recursos y superados en número, pero consiguieron ganarse el corazón de la nación francesa. Escrita con una voz poética y visceral, la novela describe cómo fue participar en aquella carrera (el caos, el peligro, las rivalidades), las distancias extraordinarias en las que se pusieron a prueba y las formas en que esquivaron el sufrimiento, a veces a través de la camaradería, otras a través de las conquistas sexuales, otras a través de la bebida y las drogas. Una prueba de resistencia se convierte, para uno de ellos (el narrador), en un viaje psicológico al pasado, a su tragedia familiar y a la guerra librada una década antes.