El padre de Jeffrey Lockhart, Ross, es el inversor principal de un centro donde se lucha contra la muerte congelando los cuerpos hasta que la tecnología pueda despertarlos. Hasta ese extraño lugar viaja Jeffrey para consolar a su padre cuando va a despedirse de su esposa enferma con la esperanza de reencontrarla en el futuro. Pero cuando Ross, en perfecto estado de salud, decide acompañarla en el experimento, Jeffrey le niega su apoyo y se rebela. Una oda al lenguaje, una profunda meditación sobre la muerte y una aguda observación sobre lo que implica estar vivo.
«No hay ningún novelista norteamericano que escriba mejor que Don DeLillo. Sus libros son una lectura imprescindible para quien quiera comprender qué significa estar vivo a finales del siglo xs», Paul Auster.