Desde muy pequeño, Jorge Luis Borges tuvo relación con los grandes clásicos de la literatura.
Eran lecturas que le fascinaban y le hacían soñar. El primer título es sobre la Biblia, un texto literario fundamental para el autor argentino. El niño Borges imagina, se plantea dudas y sueña con Dios, con la Creación, con el Paraíso, con Jesús y con Judas. En este primer libro se ofrecen también varios detalles de su infancia. Aparecen recursos literarios ?como la alteración del orden del tiempo, la magia y los sueños?, además de algunos símbolos borgianos, como el laberinto, el espejo y el tigre.