Jonathan Swift nació en Dublín en 1667. A los veintiocho años se ordenó sacerdote anglicano y a los treinta y nueve se casó con Stella (Esther Johnson), que había sido su pupila. En aquellos años Swift había llegado a convertirse en uno de los más destacados personajes de la vida literaria y política londinense debido a sus demoledores y satíricos ensayos. En 1713 fue nombrado deán de la catedral de St. Patrick, en Dublín, cargo que ejerció hasta 1742, tres años antes de su muerte.
Los viajes de Gulliver (1726), aparecido como obra anónima siete años después del Robinson Crusoe de Defoe, cuenta los fantásticos viajes del cirujano y capitán de barco Lemuel Gulliver tras su naufragio en una isla perdida. Pronto Gulliver descubrirá que la isla está habitada por una increíble sociedad de seres humanos de tan solo seis pulgadas de estatura, los liliputienses, engreidos y vanidosos ciudadanos de Liliput. En un segundo viaje Gulliver descubre Brodbingnag, una tierra poblada por hombres gigantes, de gran capacidad práctica, pero incapaces de pensamientos abstractos. En su tercer viaje va a parar a la isla volante de Laputa, cuyos habitantes son científicos e intelectuales, ciertamente pedantes, obsesionados con su particular campo de investigación pero totalmente ignorantes del resto de la realidad. A este insólito viaje siguen otros cinco llenos de aventuras, que sirven a Swift, como los anteriores, para fustigar con su lúcida ironía la ridícula prepotencia y vanidad de políticos, científicos, y seres humanos en general.
Esta edición se enriquece con las láminas a color que para esta obra realizó el clásico de las aventuras Arthur Rackham en 1910.