Samuel y Carmen, los protagonistas de " Un hoyo profundo al pie de un olivo " (El duende verde, nº 132), sufrieron una separación cruel. Samuel está en Fez, ciudad de Marruecos, Carmen en Sevilla. Ya no son niños, pero sí jóvenes, y aún les queda mucha vida; siguen enamorados y cada uno en su soledad sueña con que algún día, en algún lugar, puedan encontrarse. En aquella época, una mujer soltera no era bien mirada y Carmen sufre la presión de la familia y de los amigos para que acepte en matrimonio a otro hombre que la solicita. Ella resiste porque no pierde la esperanza de que regrese Samuel. Él, desde Fez y una vez que su familia queda medianamente situada, intentará llegar a Sevilla. Lo tiene muy difícil, porque en esta ciudad lo conocen, todos saben de su condición de judío y la Inquisición está atenta para aplicar graves castigos a cualquiera que se atreva a volver de su exilio. José, su mejor amigo, sabe de los planes de Samuel, pero guardará silencio porque así se lo han pedido.