Claudine es una muchacha de 11 años que se ve obligada a trabajar hasta diez horas diarias en una fábrica de seda, víctima de la dureza de su trabajo y de la tuberculosis que ha contraído allí. Su padre, un hombre cruel y desótico, sólo ve en ella una simple fuente de ingresos para la familia. Pero Claudine se rebela contra el futuro que la tradición y el ambiente familiar le imponen. Quiere estudiar y nada, ni la autoritaria oposición de su padre, le impeirá asistir a la escuela y, pasados los años, convertirse en lo que siempre ha soñado: creadora y diseñadora de modas.