Todas las niñas recuerdan perfectamente las sensaciones que experimentaron al asistir por primera vez a un espectáculo de ballet: la enorme expectación, las primeras notas de la orquesta, la etérea belleza de las bailarinas... Este cuento trata sobre una niña que, atrapada por la fuerza de tal hechizo, se convirtió en una de las más grandes bailarinas de todos los tiempos.
En esta historia, extraída de su autobiografía, Anna Pavlova nos relata la primera vez que asistió a una función de ballet para ver La bella Durmiente. Con un lenguaje sencillo, infantil, logra expresarnos el amor hacia su madre y la suntuosidad de la danza en los precisos instantes que transformaron su vida. Sus palabras, magníficamente ilustradas con lienzos y dibujos al pastel del pintor impresionista francés Edgar Degas, se transforman, gracias a ellos, en un hermoso cuento de hadas repleto de magia.
Complementado con breves biografías de la Pavlova y de Degas, este libro hará las delicias de todo niño o niña que sienta alguna ilusión por la danza.