En medio del campo hay tres calabazas. Un grupo de niños se acercan a ellas con la intención de transformarlas en unas hermosas calaveras con las que desfilar las noches de Samaín. No les gusta la más pequeña porque está algo deformada. Ella se siente humillada. Su tristeza y soledad conmoverán a una mazorca, que le propone ir juntas a la fiesta.
A lo largo del camino van haciendo nuevos amigos: las castañas, el viento, las hojas de los árboles… Cuando hacen una parada para descansar, aparecen un abuelo y su nieto, que está triste porque no tiene calabaza para la fiesta. Es entonces cuando se encuentran con la pequeña calabaza, a partir de la cual, el abuelo tallará una preciosa calavera.
El Samaín es una tradición de origen celta que los americanos importaron con el nombre de Halloween. En Galicia, son muchas las villas que intentan recuperar esta tradición. Este texto ayudará a los más pequeños a conocer las raíces de esta singular fiesta.