El cartero Paco Palma tenía un problema: no
podía comer y pensar al mismo tiempo, por eso
usaba dos dentaduras: una blanca para pensar y
otra naranja para comer.
Pero un día Paco Palma se olvidó de la merienda
y, con su dentadura naranja en la boca, se echó a
dormir debajo de un árbol.
Argumento sencillo y un final en que fantasía y
realidad se mezclan. Las imágenes destacan el
espíritu humorístico del texto y, sin abandonar
un tono cordial y divertido, lo complementan con
escenas cómicas muy eficaces.