A los Duran no les gustaba perder. Quizás por eso no dudan en incendiar el bosque de Montgrí, y en hacerlo de tal manera que parezca el resultado de un accidente provocado por la imprudencia de Marta y sus amigos. Todos los indicios acusan a los jóvenes, pero Ricard Muns, el inspector de Medio Ambiente que se ocupa del caso, sabe descubrir la verdad y el incendio del Montgrí se convierte en la última batalla de Pere Duran, en su Waterloo particular.