El presente es, en cierto modo, una novela autobiográfica, en la que Rudyard Kipling retrata su paso por un internado británico.
El autor se transmuta en el niño que fue y convierte el ingenio en foco de risas y canto a la infancia como única etapa libre de la hipocresía generalizada entre los adultos.
Tal como lo plantea Kipling, la labor de convertir a los muchachos en hombres de provecho se estructura como una lucha con dos bandos claramente diferenciados: los niños, que quieren que se les deje ser niños, y sus guardianes, que han de conseguir que dejen de serlo. A lo largo de la novela ambos grupos luchan por su postura; los adultos juegan con ventaja porque su razón tiene al futuro de su parte, pero la razón de los niños es mucho más divertida...