A Wilf le dan miedo muchas cosas, entre ellas, los globos y los dentistas. Se preocupa por todo, todo, todo, y para superar sus miedos, dibuja en un cuaderno.
Y resulta que ALAN, el más malo, el malimalumalísimo más malo de todo el malimundo, se ha mudado a la casa de al lado...
¿Será capaz Wilf, con lo cagueta que es, de SALVAR EL MUNDO? Lo intentará con la ayuda de Comilla, una bebé muy pegajosa, y Estuardo, un bicho bola sumamente amable.