CENTENARIO DE MARCEL PROUST
ENTRA EN EL CORAZÓN DE PROUST
UN FABULOSO ACONTECIMIENTO EDITORIAL: EL MANUSCRITO AUTOBIOGRÁFICO, INÉDITO Y LEGENDARIO QUE DIO ORIGEN A EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO
«Un documento tierno y excepcional. [...] La magia de Proust ha vuelto».
Les Inrockuptibles
UNO DE LOS DIEZ LIBROS MÁS ESPERADOS DE 2022 SEGÚN EL MUNDO Y ESQUIRE
«Por fin: aquí están los prolegómenos de la gran obra, la aurora boreal del ciclo, el lienzo secreto del fresco, el solar en el que se construyó la catedral de siete pilares, el prefacio del propio Marcel, la búsqueda de En busca del tiempo perdido. [...] Proust ha vuelto, único y visionario como siempre» ( J. Garon, L#Obs). Así han saludado unánimemente los expertos y la crítica el hallazgo de este tesoro literario: un manuscrito mítico que ve la luz tras el fallecimiento de su propietario, Bernard de Fallois. Escritos entre 1907 y 1908, con estos episodios emblemáticos y fundacionales de su obra maestra se penetra por arte de magia en la memoria proustiana como si se tratara de una primigenia autobiografía en la que los personajes y los lugares surgen en toda su desnudez y conservando sus nombres auténticos #la abuela Adèle, la madre Jeanne y un joven Marcel estremecedoramente «humano, amoroso, atento con su familia, fiel y generoso» (A. Compagnon, Le Figaro Littéraire).
La crítica ha dicho:
«Proust es una de las cumbres de la novela, [su] talento es para caer postrado.»
Javier Marías, El Cultural
«La historia de los manuscritos de Proust es casi tan apasionante como la novela misma en la que desembocaron.»
Antonio Muñoz Molina, Babelia
«Un tesoro.»
EFE
«Uno de esos escritores que no hace falta haber leído para conocerlos, o para creer que se conocen. [...] La famosa magdalena ya despierta un mundo de recuerdos y es hoy un lugar común, casi como los adjetivos dantesco o kafkiano».
Marc Bassets, El País
«Todo un acontecimiento editorial que sacará a la luz los materiales inéditos que acabaron alumbrado En busca del tiempo perdido. Escritos entre 1907 y 1908 estos episodios son el material primigenio de uno de los mejores libros de la historia, el origen de los personajes (aquí con su nombre auténtico), los lugares y los motivos recurrentes de En busca del tiempo perdido».
Alberto Hernando, Esquire
«Encontrarse ante la materia prima de En busca del tiempo perdido produce la sensación de que algo misterioso está ocurriendo. [...] El placer de la lectura de estos setenta y cinco folios nace de la contemplación de la verdad que precede a la obra maestra.»
Lourdes Ventura, El Cultural
«Pese a su carácter inacabado y fragmentario, el lector puede disfrutar de estos prolegómenos de la obra magna porque en ellos ya aflora y se puede apreciar la belleza, la musicalidad, el sentido y el genio de los que saldrían los siete volúmenes que componen todo el mítico ciclo.»
Iñaki Ezkerra, El Correo
«El grial absoluto, la estrella inaccesible para cualquier buscador del tiempo perdido. [...] Esta nueva obra hará las delicias de los aficionados al proustismo y los fascinados por el marcelismo, ambos religiosos del mismo culto».
Pierre Assouline, L'Express
«Un álbum familiar mucho menos intimidatorio que su más famosa y monumental novela en el que desearán sumergirse de inmediato».
Yves Jaeglé, Le Parisien
«Estas páginas pueden leerse con el fervor ingenuo de quien descubre una obra desconocida. Este Proust inaugural ya posee el encanto, la sensualidad e incluso la musicalidad del famoso escritor en el que se convertiría».
Serge Sanchez, Lire
«Proust vuelve a agitar su varita mágica [...] y estamos con él, a su lado, y eso no tiene precio».
La République des Livres