¿Por qué algunas comunidades con fuertes vínculos de pertenencia territorial y cultural recurren, cada cierto tiempo, a plantear la secesión como forma de dirimir diferencias con sus vecinos? Adolf Tobeña bucea en diversos frentes de la psicobiología de los fenómenos sociales y políticos. Discierne los vectores que permiten encender y alimentar unos movimientos de enorme potencia motivacional en la frontera etnocultural.
A partir de datos que van desde la genética de las propensiones progrupales y etnocéntricas, hasta la psicología social de los conflictos vecinales o los estudios de neuroimagen sobre sesgos chovinistas y gregarios, Tobeña ofrece disecciones que permiten plantearse hasta qué punto la oleada secesionista en Cataluña es el resultado de las convicciones (espontáneas o inducidas) de quienes la promueven o de vectores en buena medida inconscientes que actúan sobre los ciudadanos en una situación de litigio intergrupal.
Al margen de creencias y militancias políticas, el lector podrá enfrentarse a cuestiones como ¿por qué en Cataluña y no en Galicia, Baviera, Bretaña, Flandes o Gales? ¿Por qué tantas personas, y en tan poco tiempo, se han convertido en independentistas catalanes o afirman serlo?
Tobeña propone sendas exploratorias y avanza conjeturas atrevidas. Una muy sugerente presenta la oleada independentista como el resultado de una poderosa pasión colectiva que debe enraizarse en los procesos de enamoramiento al servicio de un ideal de conquista.
Si queremos comprender el fenómeno secesionista que se ha dado en Cataluña o Escocia, debemos hacerlo no sólo desde la política, la cultura o las motivaciones económicas; sino también desde la óptica de la psicobiología.