Durante la Gran Depresión en Estados Unidos, muchas mujeres consiguieron trabajo de bibliotecarias. Pero en la zona montañosa de Kentucky, en la cordillera de los Apalaches, la gente vivía muy dispersa y no había forma de que una biblioteca central funcionara. Así que se pensó que allí los libros serían entregados a caballo. Comenzó entonces un programa que transformó la vida de todos los que formaron parte de él. La de las Book Women (como comenzaron a ser conocidas) porque hicieron una inigualable labor llenando de libros las montañas. La de los lugareños porque entraron en contacto con la palabra escrita, muchos de ellos por primera vez, y con ella ampliaron horizontes, aprendieron cosas que desconocían y llenaron de alegría y belleza sus corazones.