Unos años después de que Cataluña hubiese alcanzado un grado alto de independencia respecto al Reino de España, constituyéndose en República Catalana, los pallareses adquieren consciencia de que no solo el centralismo español era responsable del olvido y desantención de la milenaria habla pallaresa, sino que a ello también había contribuido, y seguía contribuyendo, la uniformización lingüística del catalán, basada en la obra del filólogo Pompeu Fabra, en todo el territorio de la República Catalana. Asimismo, el olvido sufrido por Pallars también había afectado a las inversiones creadoras de riqueza material.
Guiados por un líder carismático y empleando argumentos similares a los esgrimidos antes por las autoridades catalanas para propiciar y alcanzar la independencia de Cataluña, inician un movimiento ciudadano tendiente a conseguir la independencia del Pallars y así poder salir del estancamiento económico y revitalizar su habla pallaresa. Tras un referéndum de independencia, Pallars se convierte en uno más de los microestados europeos con la forma de gobierno de monarquía parlamentaria en forma de Condado.