Cualquier escena romántica parece incompleta sin una tierna melodía de violín. La amenazadora presencia de unos indios no resulta tan peligrosa sin la percusión de unos inquietantes tambores. Los metales hablarán de sentimientos heroicos, y el saxofón, tal vez, de sensualidad. Crear un ambiente a partir de la música no siempre resulta fácil. Pero quien lo logre será capaz de acompañar a la imagen de una manera sublime y estremecer al espectador en su butaca, hasta hacerle temblar, reír o llorar. Valorar una partitura cinematográfica exige unos conocimientos mínimos de música y de cine, que permitan relacionar con acierto imagen y sonido.
Como apenas existen textos en castellano, el autor ofrece aquí una propuesta divulgativa, con rigor y amenidad, que permitirá adquirir criterio de la mano de diez grandes obras maestras del cine.
La crítica ha dicho:
«El cine y su música se lee casi del tirón, y con enorme agrado, el autor sabe de lo que escribe, incluye anécdotas que vienen a cuento, y las aportaciones del jazz, o del “dabadabadá” en Un hombre y una mujer, harán entender al lector muchas cosas. Además todos los capítulos de la primera entrega terminan con “deberes”, por así decir, que invitan a leer, ver y escuchar, para entender bien las lecciones. Estamos ante uno de esos libros que hace afición.»José María Aresté, Decine21.
«Todos los capítulos merecen la pena: en la primera parte, por su carácter divulgador; en la segunda, por su análisis más profundo partiendo de un título clave de la música de cine.»MR. Kaplan, Revista de cine (encadenados).