Cabeza visible del Grupo de Bloomsbury —una de las generaciones de intelectuales más brillantes de la cultura británica— y novelista con un aura casi mítica, Virginia Woolf también fue una maestra del ensayo. La frase que da título a este libro, «una mujer necesita dinero y una habitación propia para dedicarse a la literatura», generó gran controversia en su época y se ha malinterpretado hasta la extenuación. Donde unos vieron elitismo, Woolf quería reivindicar la figura de la mujer empoderada a través de sus escritos y de su independencia económica, como primer paso hacia la realización plena. Woolf se convirtió así en la autora de referencia de la segunda ola del feminismo, y nos ofrece una lectura intensa y emocionante que se ha convertido en un clásico contemporáneo.