1136, Zaragoza. Lisarda es una mujer con mil vidas. Antes ha sido cortesana, espía, confidente de reyes y reinas, odiada y querida por todos ellos. Hace años que se dedica a ser madre en unas pequeñas tierrasque ganó con el sudor de sus tratos. Sin embargo, de un día para otro todos sus pasados se vuelven en su contra. La despojan de todos sus bienes y le arrebatan el más preciado, su hija, a quien recluyen en un convento del condado de Barcelona. En un momento histórico convulso entre la Corona de Aragón y la Cuidad Condal, así como con el mismo conde de Barcelona, Lisarda volverá a adentrarse en la corte. Esta vez con un objetivo por el que daría la vida: salvar a su hija.