Las alergias son la expresión de un desequilibrio interior que responde a múltiples causas. Cada persona
alérgica tiene sus «razones», por ello es un error tratar a todos los alérgicos por igual y con los mismos remedios. En
general, los fármacos convencionales sólo palían los síntomas y, en ocasiones, incluso pueden perjudicar la evolución
de la enfermedad. Además, muchos desbordan la capacidad desintoxicadora del organismo y pueden provocar por sí mismos
reacciones alérgicas.